sábado, 10 de septiembre de 2011

COMO UNA DESPEDIDA…





En estos días en que mi país ha vivido el intenso dolor de despedir a seres queridos, no puedo no hacer un alto en la historia y mirar dentro de ella, mirar dentro del corazón de un pueblo que camina entre grietas, curando como puede sus heridas.

Parten seres entrañables, que supieron en sus vidas llegar al corazón del hombre, tocarlo, sanarlo y habitarlo. Nos dejan una lección de vida, la solidaridad, aún más que eso, el desvivirse por lo que crees y sientes es justo, la búsqueda incesante del sentido de la vida, la propia y la de los demás.

Se dejaron afectar por los demás, quisieron abrirse a otras historias, de personas menos afortunadas tal vez o que habían vivido en una sociedad que les posterga, excluye y no les ayuda, hicieron suyas esas historias, tejieron con ellas sus propios destinos.

Tenían espíritu de navegantes, aviadores, deportistas, artistas, pensadores, pero por sobre todas esas cualidades, eran hombres y mujeres de Dios, lo Eterno, habitaba en ellos, movía sus corazones y dirigía sus acciones, estaban llamados a una vida que cruzaba las fronteras de lo temporal, empezaron a construirla en medio de nosotros, trazaron líneas, esbozaron planos, realizaron proyectos, construyeron sueños, sembraron esperanzas, trazaron una ruta y se convirtieron en puente.

Y en medio de las lágrimas, de los corazones apretados, entre suspiros y sollozos, entre duelos y despedidas, otros hacen ruido, protestan, dicen querer dialogar, pero no ceden, no puede abrirse al diálogo, el que no escucha, sólo puede dialogar la persona que sabe escuchar, que está dispuesta a dejarse interpelar, modelar, cambiar, de lo contrario, son solo palabras, gritos que no llegan a ninguna parte, mientras ellos protestaban, gastaban el tiempo en huelgas, ayunos, paros, otros, daban sus vidas por lo que verdaderamente vale .

Educación para todos, gratuita, sin lucros, es entendible en cierto modo, pero no es la raíz, ni la médula del asunto, son pocos los que saben vivir la gratuidad y sinceramente no creo que todos los que salen a tocar las ollas y dejan de comer voluntariamente, sepan lo que es vivir el don de lo que no cuesta nada, lo que es regalo, lo que se nos ha donado, si lo supieran de verdad, cambiaría la sociedad, habría diálogo verdadero y veríamos crecer buenos frutos en el tiempo.

Existe una educación que es gratuita, sin embargo muchos la desestiman, no la saben vivir, no se dejan enseñar, me refiero a la educación del hogar, la formación que parece más básica, pero que es la más esencial, la que forma hombres y mujeres de bien, hoy los hijos quieren enseñar a los padres, creen que saben más porque han nacido en el tiempo de las comunicaciones, las redes sociales, la tecnología y la ciencia, sin embargo, la sabiduría de los padres no viene de la época, espacio o tiempo, se les infunde desde lo alto, es un Don, el que no aprende, no se educa, no crece, no comprende las palabras ni el valor de ellas, la familia es la mejor escuela y no es particular, ni subvencionada, no hay que firmar pagarés para acceder a ella, no te endeudas, es verdaderamente gratuita y entonces por qué muchos de los que piden gratuidad, educación, se esfuerzan tanto por destruirla?

Es posible que nuestros corazones se hayan vuelto de piedra, tal vez hemos cerrado puertas y puesto protecciones en las ventanas, tenemos con candado el alma y hemos construido murallas alrededor de ella, derribamos los puentes y no se puede acceder a los caminos, tal vez por eso la vida nos envía mártires, no se puede llegar de otra manera a tocar nuestras vidas, la sangre derramada fluye por debajo de las murallas, late, se aproxima, nos hace reflexionar.

Nuestras almas tienen sed de verdaderos testigos, de testimonios que motiven, que hagan caer las corazas, que nos hagan sentir seguros, esperanzados, confiados, ojalá también muevan los corazones a amar y a dejarse amar, ojalá sus vidas no sólo dejen huellas, sino que muevan y despierten a los que duermen, ojalá que sus vidas nos eduquen, nos devuelvan a la vida, nos hagan vivir y morir por los ideales, nos conmuevan más allá de nosotros mismos, entonces no lloraremos sus partidas, sabremos que viven y esperan que continuemos las rutas que quedaron pendientes, ojalá sepamos ponernos en el lugar del otro al momento de buscar el bien común, que sus alegrías sean nuestras y nuestras sus preocupaciones, espero que aprendamos a ver lo que nos ayude a crecer, en la Fe, la Esperanza y el Amor.

COMO UNA DESPEDIDA…



El sol se colaba por la ventana, intentando iluminar el espacio donde no estás, pero era sólo un rayo para un espacio inmenso, no logró quitar las sombras, ni dejar entrar la luz del día, que seguramente transcurría indiferente fuera de mi.

Aquí hay ausencia de colores, no hay ruidos, no quedan palabras, ni lágrimas, se han acabado los latidos, todo está en calma, detenerse y quedarse, olvidarse, despedirse hasta de este pequeño rayo que se llevará mi último respiro consigo.

Pensar que he vivido, sentir que he amado, saber que he creído….lo mismo que más de una vez me hizo fuerte, me ha vuelto, frágil, vulnerable, lo que me dio vida, hoy acaba conmigo.

No me pertenezco ya, no estoy aquí, esta que queda no soy yo, hace tiempo ya que me fui, en silencio y tan suave que nadie lo percibió, me fui el día que dejé de creer en el amor, aquella tarde en que te perdí, estuviste conmigo, pero te fuiste a embellecer el cielo, miro hacia atrás y el tiempo no se puede retroceder…no vuelve y si volviera me iría lejos contigo, te protegería, cuidaría de ti, ni la vida, ni la muerte nos separaría.

Cuál de todas éstas estrellas, eres?, dime cuál, y abriré mi ventana de noche y te besaré, un beso que traspase la temporalidad, que irrumpa en lo eterno y llegue hasta ti, un beso , el último beso…….o el primero……….espérame , que ya llego, sólo un instante, solo un respiro, me iré pronto, te lo prometo y estaré a tu lado para siempre.