viernes, 21 de octubre de 2011

VIDA



Es como mirar el alma en un espejo roto y que ha perdido un trozo en el centro, por lo que no es posible volver a reconstruir la imagen, la pérdida de un hijo es el dolor más hondo para una mujer, la pérdida de un hijo no nacido es el duelo más largo que le espera al alma, es la agonía más lenta en la vida, los latidos del corazón de esa mujer que mira la vida desde entonces a través de ese espejo roto, son fuertes y lentos, bombean vida y acaban con ella, surge un espacio donde no logra volver a encontrarse, donde no hay consuelo que pueda darle descanso.
Esta es una tumba donde no se ponen flores, porque hasta el perfume de ellas, hiere, aquí no es que no salga más el sol o no vuelva el amanecer, no…es más tortuoso, porque el sol sale, todos los días, pero no te toca, la noche acaba en cada amanecer, pero sigue siendo de noche….hablas, miras, hueles, sientes, tocas, compartes, ríes, pero en una vida que te es ajena, que no te pertenece o no le perteneces, todo sigue su curso y aparentemente también tú….pero las apariencias engañan y sabes en lo profundo de tu ser, que no es así, que es como el sol……..que no te toca.
Una pequeña célula se funde en un proceso amoroso de creación, un milagro ocurre, esta pequeña partícula ya no eres tú, pero está dentro de ti, no es tu vida y vives para ella, por ella, es discreta, va cambiando silenciosamente, es mágica, porque se multiplica en cientos y hasta miles de otras células, que a su vez, van dando forma y figura a este pequeño milagro que ya deja sentir sus propios latidos.
Y pasa el tiempo y se hace su espacio, tu cuerpo le hace una cuna, que lo acoge, lo cobija, lo protege, es tan importante que algo en tu ser, sin que pida consentimiento de tu voluntad empieza a organizar millones de funciones y acciones, para que este pequeño ser, este trocito de vida que se forma, esté a gusto, se sienta seguro. Ahora tal vez ni lo sepas, pero no estás sola, alguien te habita, te cambia, te hace sentir diferente y eso si lo percibes, no sabes por qué, pero no eres la misma, lo que empiezas a descubrir ahora es que ya nunca serás la misma, empieza tu después de lo que sea que hayas sido antes.
Un pequeño velo te impide ver aquello que te hace diferente, sientes fuerza y miedo a la vez, te percibes capaz de cambiar el mundo y a la vez frágil, desnuda ante una realidad que te desborda, que no conoces, para la que no sirven las vivencias de otros, porque la tuya es única, es personal, es bipersonal, entre tu alma y la suya, empieza un diálogo que en tu vida se hará eterno, no sabes aún dónde te llevará, pero sientes que lo abrazas, atesoras, amas y esperas.
De pronto, entre mil cosas tu vida se resiente y todo en ti se desmorona y tu pequeño milagro está en peligro, te das cuenta que se aferra a ti, en un intento desesperado por vivir, pero es tan frágil que no puede, te necesita y no estás, te asustas, no sabes cómo detener lo que ha empezado a partir, no quieres que se vaya, emergen gritos del silencio, desgarradores, conmovedores, te quiebran, te parten por dentro y sigue, no se detiene……..
Es el momento de la despedida, torrentes de lagrimas, hacen cascadas que suben de tu corazón y no las sujetan tus ojos, te queman y te limpian, no lo resistes, el dolor es tan intenso que parece que te retuerces por dentro, por fuera ya te has desfigurado, es demasiado , ya lo sabes, te estás quedando sola y es tan lenta la despedida, ninguno de los dos, quiere alejarse, no sabes cómo es, nunca verás sus ojitos mirarte, ni escucharás su voz llamarte por tu nombre, pero le miras, le escuchas, le sientes y sabes que te conoce, comprendes que aunque se vaya, lo que ya te ha unido a él, nunca, nunca se morirá, porque el amor no conoce la muerte, no sabe de despedidas y no te abandona….jamás.
En el suelo, sin poderte levantar y mientras te retuerces de dolor, una represa se rompe, te inunda, te moja, es un río de sangre, fluye sin cesar, tiemblas de dolor, de horror, de impotencia, te desangras por dentro también, sabes que es una herida que no puedes curar, no hay sutura que la cierre, ni láser que la borre, temblando tocas con devoción, tu sangre y la suya, que ya no se sabe si son dos o una, no hay visión que duela más, una imagen que nunca se borra, aunque pase el tiempo, miras tus manos y aún puedes ver su sangre y la tuya.
Y la vida te dice que te levantes, te pones de pie, porque aunque es de noche, amanece, buscas ayuda, porque tal vez aún no ha muerto la esperanza, extrañamente, irracionalmente, la esperanza, no muere con la vida y aún cuando una voz te lo confirme y te dice que no está, que ya no existe, lo que muchos ni siquiera llaman vida, aún así no lo ves enseguida, te quedas ciega, muda y muy rota, extremadamente desnuda, sientes frío, un hielo que parece que te corta en más pedazos, te recorre la espalda, se desliza por tus brazos, baja por tus piernas y te quita el sentido.
Al despertar, ya no queda nada y queda todo, entonces empieza tu vida, al cerrarse tus ojos, tu alma le imagina, le pinta colores, le dibuja una piel, le inventa sonrisas, le imprime un perfume, le crea una voz………y vive, para siempre contigo, en ti, en un rinconcito íntimo, de los dos, donde te encuentras, le miras, lo abrazas y te quedas a su lado…en silencio el dolor te acompaña, todos los días, en las largas noches, en noches como ésta donde una vez nos encontramos y al mismo tiempo, sin quererlo ni tú ni yo, la vida, nos hizo despedirnos.
Qué imposible entenderte a ti mujer, que buscas o quieres pasar por este proceso voluntariamente, haciendo uso de una mal entendida libertad, cómo decirte lo que tus ojos no pueden ver, ni tus oídos escuchar, no sabes, que esta pequeña partícula, que es parte de tu ser, pero no es tuya, que tiene de ti, pero es diferente, no sólo germina en tu útero, sino también en tu corazón y profundamente en tu alma, lo primero es lo que más pronto percibes, en lo segundo tienes que darle tiempo, porque la semilla tiene que romper la piedra, y para lo tercero, tienes que sentirle latir……..destruyes lo primero que ves y percibes, pero no lo harás sin dañar tu corazón y tu alma, el cuerpo se reconstruye, se puede sanar, la vida que arrancas de tu corazón te infarta una parte de él y la oscuridad a la que abres tu alma, será aunque no lo sepas, tu propio homicidio.
Si por tan sólo un instante te pudiera traspasar esta visión de la vida, la magia de la creación, el dolor de la pérdida, si esto te ayudara a ver, a sentir, a ser más humana, más mujer, te invito a pasar, asómate a mi alma, a mi intimidad, siente, toca, observa en este rinconcito de mi ser, lo valioso de una vida, mírate en mi espejo y yo no lo quebré y siente cómo duele, no quisieras esto para ti, no lo quiero yo para ti, no te conozco, pero te ruego, sé valiente, se mujer, atrévete a ser madre, no tengas miedo, ahora te necesita, mañana te llenará de besos y abrazos y le necesitarás tú y ahí estará, porque estará orgulloso de ti, te dirá lo que hoy no puede pero siente, con amor te nombrará así: Mamá