domingo, 29 de septiembre de 2013

Mentiras



Tus Ojos

Desde pequeña he tenido un particular "don", si se le puede llamar así, si pienso esto así como un regalo, puedo decir que si me lo hubieran dado a elegir no lo habría aceptado, sin embargo, en ningún momento he dejado de creer en las personas, aunque muchas veces del escenario se han ausentado los colores y se ha oscurecido el horizonte.

Es curioso como las personas mienten o en ciertas situaciones y circunstancias mentimos, otras veces sólo se omite la Verdad. El cerebro humano es un mundo apasionante y de una riqueza inagotable, allí se crean los más osados proyectos y también los más perversos, la historia así lo ha demostrado, grandes mentes, brillantes en muchas dimensiones, han sido capaces de levantar del polvo al ser humano y reconstruir la historia y otras a su vez han intentado exterminarlo.

Cuando era niña, pensaba que la mentira o las mentiras no tocaban mi espacio, vivía en una familia espontánea, sincera, sencilla y que expresaba lo que sentía con naturalidad y sin miedos, pero no tardé en darme cuenta que esta particular faceta del ser humano late dentro del cerebro humano y envenena su alma, hasta tornarla oscura, gris, opaca, deforme.

Sin importar si la persona miente bien o mal y de igual manera no he logrado decidir en muchos años si para bien o para mal, yo...lo sé...no tiene nada que ver con un presentimiento o un sexto sentido, no es magia ni nada extraño, primero sólo era una certeza que nunca me hizo equivocar, muchas veces las paso por alto y hasta me río de ellas, no tienen el poder de eclipsar la verdad, porque ella es una dama que se manifiesta con elegancia, dulzura y belleza, cualidades de las que carece toda mentira, por muy elaborada que ésta sea. Con el tiempo descubrí que esta capacidad de descubrir cuando alguien me mentía me causaba un dolor que no puedo hasta hoy medir, porque la agudeza y la intensidad desbordan todo lo imaginable, lo que ha supuesto en mi ser un gran gasto de energía vital, algo de vida se me ha ido en ello.

Luego, ya después de muchos años, de estudio, de investigación, me encontré con alguien que me enseñó algo que ya sabía por naturaleza, el ser humano miente y objetivamente lo puedes ver, así también como cuando decimos la verdad, somos felices, tenemos penas, la mentira se expresa de algunas maneras muy particulares, el tomo de la voz, algunas expresiones en las manos, el ritmo al hablar, las pausas, los silencios paradójicamente tan comunicativos, sin embargo lo que es espejo claro y evidente de su expresión son los ojos, el cerebro manda la orden y el ser humano ni la percibe, los ojos se mueven en distintas direcciones cuando mientes, eres veraz, recuerdas, recoges imágenes, buscas sensaciones, olores, sabores, cuando sientes dolor, tristeza, alegría, etc. nada habla tan claro como tus ojos, si lo aprendes y lo integras puedes saber enseguida lo que te transmite la persona que te está comunicando algo de su vida o de la vida, personal o general.

No es que ahora vaya por la vida mirando los ojos de las personas para saber si me dicen o no la verdad, aunque a veces me detengo en alguna de forma personal y observo, lamentablemente, los míos se llenan de lágrimas cuando descubro que esa persona que me mira y observo, me está mintiendo y siempre sin necesidad, porque no hay nada más innecesario que la mentira, nada más dañino para el que la emite, deshumaniza al ser humano, lo empequeñece, lo mata por dentro... Hay verdades que son dolorosas, pero no hacen daños permanentes en el ser humanos, la verdad por muy dolorosa que pueda resultar, libera y da vida, en todas sus dimensiones, en cambio la mentira, es como un virus, que silenciosamente se expande y contagia al ser humano.

Hay personas que hacen de ella casi un "arte" en sus vidas, llevan mundos ocultos de verdades que les esclavizan y  aunque parezcan exitosos y grandes, no son nada, porque la mentira les destruye, les seduce, les engaña, se viste de apariencias y por mucho que se decore, no es ni será jamás hermosa.

Cuando una persona que amo, me está mintiendo, muchas veces bajo la mirada, porque el dolor que me produce me hace imposible contemplarle por mucho tiempo, es curioso, cuando interpelas y das la oportunidad de que te diga la verdad y no lo hace, mantiene su mentira, la protege y la mantiene, a veces, la refuerza y la afirma con más seguridad, y yo me pegunto ¿por qué?, ¿para qué?, también he mentido, en algunas situaciones, o más bien he omitido, pero si me preguntan de frente, por muy complicado que parezca y si hay confianza, siempre diré la verdad, porque no le temo a la mentira, no espero nada de ella, he visto su fealdad y no la quiero en mi vida, tal vez por eso a veces mis verdades me tocan fuerte el alma, cuando éstas cuestionan, interpelan o descubren mi ser ante el otro o ante mí. Por eso las personas que me conocen saben que jamás diré sí, cuando quisiera decir que no y viceversa, nunca disfrazaré ni censuraré una opinión por miedos o prejuicios, cuando digo Te amo, es porque de verdad así es, cuando te abrazo es porque deseo acogerte, cuando te miro y espero es porque te veo más allá de lo  que tú mismo me quieres dejar ver, nada se puede ocultar, hay una especie de luz o color que envuelve al ser humano, ésta cambia cuando no somos sinceros, produce un efecto deforme en el espacio que habita tu ser.


Hoy siento una especial tristeza, porque descubrí en tus ojos algo que no hubiera querido ver, mientes tan bien, si fuera premiable, te daría un Oscar, o un Grammy o hasta el Nobel, una pena... no mengua mi amor por ti, siento compasión, siento unos deseos locos de abrazarte, porque hay algo en ti, que no eres tú y te oprime, te hace mal, frente al prisma, tu alma no refleja todos sus colores, se silencia esa música interior que todos llevamos dentro, te quedas sin melodía, sufro por ti, te llevo conmigo, te espero, pero no me pidas que te mire, porque el dolor no es agradable, las lágrimas me delatan y no soy capaz de responder las preguntas que deberían ser tus verdades, no entiendo el por qué, jamás he juzgado, alejado o abandonado por una mentira a nadie, deseo tanto que confíes, que abras tu alma, que liberes tu verdad, no porque yo quiera detener el dolor que me causan tus mentiras, sino porque te amo, y te quiero libre, quiero ver tus colores, sentir tu aroma, abrazar tu luz, compartir tu vida, en verdad, con todo lo que eres, sientes, crees, amas.... tan sencillo y tan complicado que se vuelve cuando falta la verdad.