martes, 13 de agosto de 2013

Dejarse desnudar

A veces en la vida...
Hay que dejarse desnudar,
cuando la desnudez se deja contemplar
en la pureza de las expresiones
del alma, del corazón y de la mente,
en sus formas más sencillas,
más significativas y humanizantes.
Cuando los sentidos doblan las rodillas,
porque están a la intemperie
y hasta pierden el control de sí mismos
porque están desbordados,
entonces se comienzan a dibujar en su esencia,
tocan, pero tocando de verdad,
imprimiendo vida en cada caricia,
dejando huellas indelebles, que tejerán a su vez
grandes historias de nuestra vida.
Besan, cuando los besos son tan suaves y delicados
que rozan el alma al rozar los labios
y tan intensos que despierten hasta pasiones dormidas,
haciendo renacer la ternura, la dulzura y la fragilidad
de nuestro ser humanos.
Abrazos desnudos, despojados de egoísmos
liberados de temores,
sin límites que les impidan ir
al encuentro del otro,
sostenerlo, acogerlo y permanecer en él.
Miradas que entran en la intimidad del
que es contemplado en su desnudez,
sólo lo pueden hacer miradas desnudas,
porque las que se visten de prejuicios o engaños,
orgullos o autosuficiencias,
no son capaces de descubrir el misterio
de aquel que se deja desnudar y mirar...
El que se deja desnudar,
entrega a un otro, su vulnerabilidad,
se hace pequeño y grande a la vez
confía, espera, se deja amar
y aprende a amar,
siente el frío que le corta la piel 
y lo hace más sensible a las necesidades
de aquellos que no encuentran cobijo
y que sufren las inclemencias,
no del tiempo sino del corazón humano
cuando no se conmueve, solidariza o empatiza
con sus hermanos...
Siente también el calor,
que le funde a fuego con el otro,
que le lleva a perderse y hasta confundirse
en la desnudez del otro
y se derrite dentro de los sentidos
que le abrazan, besan y tocan
y le vuelven un ser renovado,
compasivo, amoroso,
que jamás pasará indiferente por la vida,
ante el misterio del otro
ante una mirada o
un grito desesperado de auxilio,
correrá a prisa para tender una mano,
dar de comer al que descubre con hambre
saciará la sed, de aquellos que
estén siendo oprimidos, torturados
o vulnerados en su dignidad
dejará la pasividad de los que
viven arropados por la comodidad
y vivirá inquieto en la lucha
de la justicia y el bien común
Así se desnudan los amantes
cuando se aman y se unen
en un acto que rebosa de significado
porque los descentra y  desequilibra,
los conmociona y revoluciona
de tal forma que,
como  una fuerza centrífuga,
los lanza hacia afuera
para ser más auténticos, creativos,
veraces, sencillos 
y Humanos!